lunes, 20 de abril de 2009

Quedada Edgar Wright



Shaun of the Dead (Zombies Party).

Un tipo desgarbado, casi albino y un gordinflas sonriente. Ingleses ambos. Gracia harán, pero ¿de qué forma? La palabra zombie en el título. Comedia. Con esos datos hace unos años fui al cine a ver, con cierto riesgo algo tan bizarro. Tonto de mí por esas dudas, muy pronto descubrí una gran película de cachondeo que funciona de forma efectiva con sus propias reglas, que como espectador encantado de entrar en el asunto.
Porque los creadores dominan en su particular universo el tipo de comedia que gusta a los europeos. Simon Pegg y Edgar Wright, guionistas revolvieron el cine de parodia de zombies que ya tenía algunos títulos buenos, y se lo llevaron a un terreno propio que a todos gustó. Actuando el propio Pegg, más Nick Frost resultan un dúo infalible, dos treintañeros sin muchas esperanzas uno que quiere aún intentar progresar algo y el otro conforme con su vidas de amebas consumistas. La lucha de Shaun por hacer algo útil en la vida y tener contenta a su novia, Liz pensando en un futuro viable se ve truncado por una oleada de contagio zombie que será el reto máximo para el chico de ser un héroe. No aspiraba a tanto, pero las circunstancias son las que son.
El resto de sus amigos, David y Diane más los nombrados forman un grupo que intentará sobrevivir a la situación. Con mucho humor y muchos chistes internos que serán guiños en la siguiente peli del director con los mismos actores.




Hot Fuzz (Arma fatal).

Aquí si que se lucieron con el título, con Zombies Party tiene un pase pero con Arma Fatal seguro que despistaron a mucha gente, como si no estuvieran las pelis de ésta gente llenas de un humor superior, no digo inteligente pero sí mejor que cualquier parodia al uso que hacen en otros sitios.
Hot fuzz es la historia del mejor policía de Londres, Nicholas Angel (Simon Pegg) que lo destinan a un pueblecito perdido en las carreteras británicas que ha sido elegido el más seguro y más mejor desde hace varios años. ¿Por qué? se pregunta el hombre, un tipo para el que la profesionalidad es el leiv-motiv de su existencia.
Tanto que le costó la relación con una chica, y tanto que no tolera que nadie ose saltarse la ley en lo más mínimo y a la primera infracción a la cárcel que te llevo. Eso lógicamente le traerá problemas en una comisaría donde a diario las pequeñas reglas del oficio son ignoradas o modificadas para propio beneficio. Solo una persona, Danny (Nick Fost) policía también e hijo del comisario le soporta y entabla amistad, porque admira su intachable profesionalidad. Juntos combatirán a un asesino que ha empezado a quitar de enmedio a varios vecinos sin relación aparente, pero poco a poco Angel descubrirá que lo que pasa en la localidad es un rollo muy chungo, y cuando al fin se suelte verá que no solo está implicado el principal sospechoso, un excelente Timothy Dalton como malo maloso.

No se puede decir que sea una nueva entrega de alguna saga procedente del anterior título, aunque estén implicados los mismos. Las diferencias del personaje de Simon Pegg en ambas, que la maldad se vea desde un principio en la de los zombies y en Arma Fatal no se vea a los responsables hasta el final, los escenarios donde ocurren... las hacen diferentes. Pero son cintas hermanas en cierto tipo de humor, guiños y el colegueo entre los dos protagonistas (que aquí se forma mientras que en Zombies Party estaba hecho). Son dos grandes comedias sin pretenciosidad pero con mucho morro, conseguir eso no es fácil. Se arriesgaron y triunfaron y ya estoy esperando la próxima.

1 comentario:

kei dijo...

perfectas críticas. y has sido el primero. sobre todo lo que no son iguales pero sí hermanas no se puede expresar mejor.